Comienzos Artesanales

¿Cómo empezó todo? Con un instinto para los negocios y valentía empresarial. Un instinto que define nuestra línea de acción hasta el día de hoy. Un instinto que ha permitido que nuestro negocio familiar dure y prospere 80 años. Ese es nuestro motivo.

 

A principios del siglo XX, el conocimiento artesanal de siglos se seguía pasando de padres a hijos. Así es como Cor Beemsterboer, al igual que su padre antes que él, se convirtió en panadero. Sin embargo, no se limitó a elaborar pan. Vio una oportunidad y la aprovechó. Fue puerta a puerta para vender sus productos. Creó su primer mercado.

El Siguiente Paso

Cor, panadero y comerciante de semillas, transmitió su inteligencia empresarial a sus hijos. Cuando el cuarto hijo, Jan Piet, que nació en 1922, entró en contacto con un comerciante de pienso para ganado que le preguntó si sabía dónde podía encontrar paja y patatas pequeñas, el chico de 17 años vio una oportunidad para iniciar su primera iniciativa comercial. Decidió aprovecharla. Así es como se dio el primer paso hacia la empresa que conocemos hoy.

En 1943, Jan Piet Beemsterboer, abreviado como JPB, estableció oficialmente su empresa de importación y exportación de productos agrícolas como patatas, cebollas, repollos y zanahorias. Un paso valiente en plena Segunda Guerra Mundial. Pero dio sus frutos. La empresa creció y floreció cuando terminó la guerra.

La Expansión

Jan Piet Beemsterboer transmitió sus genes a la siguiente generación. En 1972, Peter Beemsterboer y el yerno de Jan Piet, Bram Dekker, tomaron las riendas de la empresa y expandieron JPB aún más lejos. La empresa era originalmente una empresa comercial, pero estos dos jóvenes ampliaron sus operaciones. Más adelante, llegaron negocios de almacenamiento en frío, garajes, una empresa de clasificación, centros de distribución y otras actividades comerciales. La empresa estuvo fuertemente diversificada durante 30 años.

Reenfoque

El nieto de Jan Piet, Jan Beemsterboer, asumió la propiedad de la empresa en 2005 y volvió a los orígenes que hicieron de JPB un éxito. Comercio y exportación. Decidió expandir la oferta y centrarse en determinados productos con los que sabía que tendría una ventaja competitiva sostenible gracias a la posición de JPB.

 

Se decidió especializarse en cuatro ámbitos en los que podríamos competir estratégica y sistemáticamente. JPB empezó a poner el foco en los productos congelados, como verduras, patatas fritas y proteínas, otros productos frescos como ajo, productos básicos, como aceites, arroz, legumbres y semillas, y productos de consumo como pasta, mayonesa y mostaza, entre otros.

Hemos ampliado nuestra base de clientes a 90 países en los cinco continentes; nuestros mercados principales son África, Latinoamérica y Asia. Y, como hemos dicho, nuestras relaciones son la clave de nuestro éxito duradero. Nuestros 80 años de experiencia nos han proporcionado un mar de conocimientos respecto a cómo hacer las cosas y, aún más importante, cómo no hacerlas. Estas buenas prácticas nos han preparado para el futuro.

Crecer Hacia El Futuro

Nadie sabe qué nos deparará el mañana. Existen numerosos factores y situaciones que tenemos que tener en cuenta para adentrarnos con éxito en las próximas décadas. Sin embargo, pase lo que pase, tenemos que seguir adaptándonos; hay cosas que no van a cambiar nunca. Nuestra gente, nuestra red y nuestras marcas siempre serán nuestra mayor prioridad. Estaremos siempre al lado de quienes se esfuerzan al máximo para hacer crecer su negocio de forma adecuada y sostenible.

Tendrán siempre nuestro apoyo, porque creemos que las asociaciones a largo plazo se basan en la confianza y la lealtad. Y sabemos que debemos continuar prestando este apoyo para seguir recibiéndolo. Ayer, hoy y mañana. Nuestro compromiso es defender siempre nuestros principios y hacer todo lo que podamos por aportar valor.

Al principio
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